Gatetes en adopción

Matilda (preadoptada)

La historia de Matilda es un poco la típica historia de cualquier gato blanco en la calle: ella tuvo principio de carcinoma. Por suerte aún conserva las orejas, porque de momento le ha remitido. Está bajo nuestra atenta mirada, pero es una gatiña más dura que un ferrote y a parte de esto también tiene problemas en la boca. Este último problema es lo que le ha llevado a perder casi todos los dientes.

Es un amor de gata de la cual ya se han enamorado perdidamente (lógico) y, que en principio creemos que no es muy mayor ya que tiene energía para ella y unos cuantos gatos más. Le encanta jugar con absolutamente todo y por supuesto, el sonido de los plásticos hará que aparezca a tu lado (y también cualquier comida, tiene buen olfato).

Bruce

Bruce es el mejor hermano mayor que cualquier gato pudiese desear (sobre todo Scott). Le gusta jugar, pero es my tranquilo y tiene mucha paciencia. Le gustan los mimos pero él no te los va a pedir, tendrás que ir a presentarte tú.

También le gusta que Scott le aplaste al dormir, o eso nos hace pensar.

Scott

Un bebé que solo quiere jugar y a su hermano mayor, Bruce. Es una panterita joven que o bien lo verás jugando como un loco o persiguiendo a Bruce para darle un cabezazo o dormirse encima de él.

Kira

Una gatita naranjita de cola partida y carita triste que necesita un humano al que vivir pegada el resto de su vida. Es súper mimosa y odia estar sola. Le gustan los celos, los mimos y acosar a todo humano que se le ponga por delante.

No se lleva especialmente bien con otros gatos por su experiencia pasada en la calle y en la colonia, donde huía de todos los animales que se encontraba y donde le pegaban (de ahí que la encontrasen en un segundo piso escalando tendales).

Pero, creemos que con paciencia y cariño podrá convivir perfectamente.

Jimena

Este pompón exótico fue un regalo de Navidad fallido. La encontraron en la zona del puerto llena de un líquido negro pegajoso causante de su corte de pelo y vibrisas desafortunado.

Pesa escasos dos kilitos y medio, y está llena de amor. Le encanta la compañía humana y correr como una loca por todo el local (eso sí, solo durante unos 10 segundos). Le gusta jugar y las chuches.

Bambú

Lleva poquito tiempo: sí. Es bastante tímido: también. Pero un poco cuentista y muuuy vago.

Bambú es un gato que ADORA los mimos, sobre todo en sus mofletitos adorables y en el culete. Adora a partes iguales el churu y las chuches.

Tiene mirada de estar hastiado de todo y no lo pillaréis moviéndose, a él le va la vida más sedentaria.

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Estábamos completamente equivocados. De recoger un gato abandonado, nada. Ahora finalmente hemos podido saber la verdad. La verdad es que hemos descubierto que los que estábamos abandonados éramos nosotros. – Antonio Burgos. Gatos sin fronteras.